Uno de los elementos de mayor importancia en el presupuesto familiar es la comida. Siendo una necesidad básica según las Escrituras (Mateo 4:4), es importante que implementemos estrategias para ahorrar en los alimentos.

Ya te habíamos compartido algunas ideas para ahorrar en la compra de alimentos. En esta ocasión, te compartimos 7 ideas para ahorrar en la preparación de alimentos.

1. Prepara tu propia comida, en vez de comprar en un negocio de alimentos preparados.

Cuando vas a un negocio de comida, debes considerar que al comprar un alimento preparado, estás pagando al menos 5 cosas:

  1. El precio de los ingredientes (insumos)
  2. El salario de los trabajadores
  3. El mantenimiento del lugar (renta, agua, luz, gas, internet, predial, etc.)
  4. La ganancia del negocio, para el dueño
  5. La propina para el mesero (si aplica)

De hecho, existe una pequeña regla informal en los negocios de alimentos:

El precio final del producto debe ser 3 veces lo que cuesta prepararlo

Entonces, de aquí podemos inferir que siempre será más barato, hacer tu comida, que comprarla ya preparada.

Aunque siempre es posible tener dentro de nuestro presupuesto un apartado para comer fuera de casa (ver el punto 7), debes considerar este costo adicional.

2. Prepara la mayor cantidad posible en una sesión en la cocina

Cuando utilizas una estufa (sea de gas LP, gas natural o eléctrica), siempre se consumirá más energía si haces 5 sesiones separadas en 5 días para preparar 5 comidas, que si en una sola sesión en un día preparas las mismas 5 comidas.

Esto implica que, si vas a considerar este consejo, te organices para tener el tiempo, el menú y los ingredientes de las comidas que vas a elaborar.

Muchas personas utilizan los fines de semana para preparar las comidas que consumirán durante la semana entrante.

3. Usa la olla express y el microondas

 Aprender a usar la olla express te permitirá ahorrar en gas y electricidad
Ejemplo de olla express (crockpot)

En la cocina, debemos aprender a utilizar el sistema de cocción adecuado, así como las mejores condiciones de cada sistema, para poder generar ahorros en energía.

Por ejemplo, en algunos casos el microondas gasta menos energía que el horno de la estufa. También existen ocasiones en que la olla express gasta menos energía que utilizar una olla convencional.

4. Enfría o congela tus comidas preparadas

Una vez que hayas preparado las comidas, es buena idea que tengas recipientes sellados donde puedas guardar tus comidas en el refrigerador.

De esta manera, aseguras la preservación de los alimentos por más tiempo (por el sellado de los recipientes y el frío del refrigerador), y podrás ir sacando la comida respectiva y calentarla en microondas.

Si la comida la vas a almacenar por más de 5 días, sería útil que la pusieras en el congelador de tu refrigerador, para preservarla por más tiempo.

5. Aprende a guardar adecuadamente los alimentos

Aprender a guardar adecuadamente los alimentos te permitirá ahorrar
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Todos los alimentos tienen condiciones ideales para guardarse y que se preserven por mayor tiempo. Es una buena práctica ir aprendiendo estas condiciones para los productos de nuestras compras del supermercado.

Por ejemplo:

  • Revisa las indicaciones del fabricante para saber como debes guardar su producto.
  • Tu alacena debe estar fresca, seca, ventilada y sin luz (la humedad y el sol estropean los alimentos).
  • Ordena los alimentos por grupos (frutas, verduras, carnes, especies, salsas, etc.), así te será más fácil encontrarlos.
  • Periódicamente, revisa tu alacena y desecha aquellos productos que ya no sirvan (así, también tendrás más espacio para almacenar mejor los productos).
  • Los productos sellados tienden a preservarse mejor.
  • Ubica los productos en tu refrigerador, dependiendo la temperatura que requieran (recuerda que el frente del refrigerador es menos frío que el fondo).

6. Aprovecha toda la comida de tu alacena, evita el desperdicio

Uno de los errores más comunes al manejar alimentos en casa, es que la comida se almacena por mucho tiempo y termina echándose a perder.

Si dejamos demasiado tiempo el pan en la alacena, seguramente quedará así:

El desperdicio de alimentos es un desperdicio de dinero
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Desafortunadamente, la comida caducada representa un desperdicio de dinero.

Así que, podemos hacer lo siguiente:

  • Revisa la caducidad de todos los productos en tu alacena
  • Deja más cercano (o a la mano) aquellos productos cuya caducidad está más cercana
  • Almacena los productos según lo que requieran (temperatura, humedad, luz, aire, etc.)
  • Cuando compres, revisa la caducidad del producto y evita aquellos que están prontos a echarse a perder.

7. Limita las comidas fuera de casa

Para cuidar el presupuesto de alimentos, trata de limitar las comidas fuera de casa
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Como decíamos en el punto 1, cuando vas a un negocio de alimentos, vas a pagar una serie de gastos alrededor de la comida preparada. Siempre será más barato comer en casa que comer fuera de casa.

Esto no quiere decir que nunca puedas salir a comer a algún negocio. Puedes utilizar estas ocasiones como una manera de recompensa por el trabajo realizado, pero siempre debes considerar lo siguiente:

  • Debes tener, dentro de tu presupuesto, el dinero que puedes disponer para comer fuera de casa.
  • Con base en el monto mensual que puedas destinar a restaurantes, puedes definir las opciones para comer fuera y la cantidad de veces que puedes salir. Por ejemplo, no es lo mismo salir 1 vez al mes a un restaurante caro, que salir 4 veces al mes a la “fonda de la esquina”.
  • Recuerda siempre considerar los costos alrededor de comer fuera (gasolina, propina, estacionamiento, etc.)

¿Qué te pareció el artículo? ¿Sabías de estas maneras de ahorrar en la preparación de alimentos? ¿Conoces alguna otra forma de ahorrar en la preparación de comidas?

Apreciamos tus dudas o comentarios, por lo que considera dejar un comentario.

¡Dios te bendiga!